Si no me equiboco, esta es la 3era obra que hice con Inés el primer año de pintura.
La verdad fue totalmente intuitiva, y me encanta. La libertad que da el no estar pendiente tanto de las cosas es impresionante. Esas pinceladas del mantel tan bien puestas...
Siento que, de a poco, me estoy volviendo a habilitar sentirme segura de mi capacidad de síntesis.